Transferencia de Tecnologías: Una Historia de Princesas Victorianas
El concepto de triple hélice que contempla las relaciones universidad, empresa, estado implica una serie de relaciones de parejas entre estos actores. De la combinatoria de relaciones posibles, la de universidad - empresa incluye la transferencia de resultados de investigación, y a la vez, de todos los tipos de resultados, la trasferencia de tecnologías es uno de los mas relevantes por la dinamización del mercado con innovaciones realaes.
Para las universidades y en especial para las OTRIs esta transferencia es una de las metas de mayor relevancia y a la vez es una de las que mayores retos genera. Todas las oficinas quieren construir una metodología o generar procedimientos para lograr que estas relaciones sean reales, continuas y fructíferas, pero es difícil y las directivas usualmente presionan por obtener resultados rápidamente. Para las oficinas es muy dificil explicar la dinámica de la transferencia a las directivas y por eso esta historia de Princesas Victorianas.
La analogía consiste en que una tecnología es como una princesa victoriana.
Sus padres, sus majestades los investigadores, paren hijos para mantener el linaje, algunos de ellos mueren pequeños (luego del primero proyecto) o durante el embarazo (se ecribe el proyecto y nunca se financió), incluso hay bastardos reales que no podrán nunca acceder al trono (tecnologías que estan en el estado de la técnica), pero hay otras que si llegan a la niñez y la corte real les asigna una institutriz. La misión de la instituríz real, es básicamente explotar todos los potenciales de la princesa en pos de lograr un matrimonio real (licenciamiento) en un futuro.
Los matrimonios de las princesas, no siempre son por amor, como buenas princesas se deben a su reino, su patria (universidades) y algunos de esos matrimonios son por conveniencia. Pero estos matrimonios no se dan en la primera invitación del pretendiente.
Una buena institutriz no solo debería proponer los meojres partidos posibles (empresas), sino además saber cosas sobre su vida y comportamientos. La dignidad de la princesa y el reino están en juego y asegurar al máximo el buen trato y desendencia (comercialización) es importante.
Es así que invitar a los pretendientes a la corte desde temparana edad de la princesa, no sólo permite que se conozcan, sino que esa iniciente relación les permita construir un proyecto de vida juntos, eso aumenta las posibilidades de desendencia futura.
En ese orden de ideas, la identificación temprana de tecnologías en el contexto de productos de proyectos de investigación es un deseable que le da la oportunidad a las OTRIs de hacerle seguimiento a estas tecnologías en ciernes, detectar sus potenciales mediante vigilancias tecnológicas en sus diferentes etapas, buscar posibles licenciatarios y construir proyectos conjuntos que permitan avanzar colaborativamente en el estado de alistamiento de la tecnología, de forma tal que al llegar a estados entre 5 o 7 en los que los fondos para investigación ya no le aplican, la empresa la adopte y la lleve hacia un proceso de implantación en el mercado.
Para las universidades y en especial para las OTRIs esta transferencia es una de las metas de mayor relevancia y a la vez es una de las que mayores retos genera. Todas las oficinas quieren construir una metodología o generar procedimientos para lograr que estas relaciones sean reales, continuas y fructíferas, pero es difícil y las directivas usualmente presionan por obtener resultados rápidamente. Para las oficinas es muy dificil explicar la dinámica de la transferencia a las directivas y por eso esta historia de Princesas Victorianas.
La analogía consiste en que una tecnología es como una princesa victoriana.
Sus padres, sus majestades los investigadores, paren hijos para mantener el linaje, algunos de ellos mueren pequeños (luego del primero proyecto) o durante el embarazo (se ecribe el proyecto y nunca se financió), incluso hay bastardos reales que no podrán nunca acceder al trono (tecnologías que estan en el estado de la técnica), pero hay otras que si llegan a la niñez y la corte real les asigna una institutriz. La misión de la instituríz real, es básicamente explotar todos los potenciales de la princesa en pos de lograr un matrimonio real (licenciamiento) en un futuro.
Los matrimonios de las princesas, no siempre son por amor, como buenas princesas se deben a su reino, su patria (universidades) y algunos de esos matrimonios son por conveniencia. Pero estos matrimonios no se dan en la primera invitación del pretendiente.
Una buena institutriz no solo debería proponer los meojres partidos posibles (empresas), sino además saber cosas sobre su vida y comportamientos. La dignidad de la princesa y el reino están en juego y asegurar al máximo el buen trato y desendencia (comercialización) es importante.
Es así que invitar a los pretendientes a la corte desde temparana edad de la princesa, no sólo permite que se conozcan, sino que esa iniciente relación les permita construir un proyecto de vida juntos, eso aumenta las posibilidades de desendencia futura.
En ese orden de ideas, la identificación temprana de tecnologías en el contexto de productos de proyectos de investigación es un deseable que le da la oportunidad a las OTRIs de hacerle seguimiento a estas tecnologías en ciernes, detectar sus potenciales mediante vigilancias tecnológicas en sus diferentes etapas, buscar posibles licenciatarios y construir proyectos conjuntos que permitan avanzar colaborativamente en el estado de alistamiento de la tecnología, de forma tal que al llegar a estados entre 5 o 7 en los que los fondos para investigación ya no le aplican, la empresa la adopte y la lleve hacia un proceso de implantación en el mercado.
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